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Puesta al día: Tendencias demográficas recientes en la América metropolitana

Alan Berube, William H. Frey, Audrey Singer, and Jill H. Wilson
JHW
Jill H. Wilson Former Senior Research Analyst & Associate Fellow - Metropolitan Policy Program

March 23, 2009

La nueva administración que está tomando forma en Washington no sólo hereda una crisis económica, sino también una enorme estructura de agencias y programas, muchos de los cuales fueron desarrollados hace más de una generación.

En vista de ello, un presidente y un Congreso que deseen “construir un gobierno más inteligente” deberían implementar nuevas políticas y programas que tengan en cuenta las últimas tendencias demográficas, en especial las que dan forma y reestructuran las áreas metropolitanas, los motores nacionales de oportunidades y crecimiento económicos. Dichas tendencias incluyen:

  • La migración entre los estados y entre las zonas metropolitanas se ha ralentizado considerablemente en los dos últimos años debido a la crisis de la vivienda y a la inminente recesión. Unos 4,7 millones de personas se trasladaron cruzando las fronteras estatales en el 2007-2008, en comparación con la máxima histórica de 8,4 millones de personas a principios de la década. El crecimiento de la población ha disminuido en los imanes migratorios del Cinturón del Sol, como Las Vegas, Nevada, y Riverside, California, y de hecho el estado de Florida experimentó una pérdida neta de inmigrantes nacionales del 2007 al 2008. Al mismo tiempo, la emigración se ha ralentizado en regiones más antiguas como Chicago y Nueva York. Muchas ciudades de la región central y del noreste de Estados Unidos experimentaron mayores aumentos anuales de la población, o menores reducciones de la población, el año pasado.
  • Los orígenes y los destinos de los inmigrantes estadounidenses siguen cambiando según sus tendencias de largo plazo. Aproximadamente el 80% de la población de Estados Unidos nacida en el extranjero en el 2007 provenía de América Latina y Asia, lo cual supone un aumento considerable respecto al 20% de 1970. El sudeste, un área evitada tradicionalmente por los inmigrantes, se ha convertido en la zona donde los inmigrantes extranjeros aumentan con mayor rapidez, y áreas metropolitanas como Raleigh, Carolina del Norte; Nashville, Tennessee; Atlanta, Georgia; y Orlando, Florida, se incluyen entre las zonas con mayores tasas de crecimiento reciente. Al mismo tiempo que llegaban a estos nuevos destinos, los inmigrantes también empezaban a marcharse de las comunidades tradicionales en los núcleos urbanos. Hoy en día, más de la mitad de los residentes de Estados Unidos que son de origen extranjero residen en suburbios metropolitanos importantes, mientras que un tercio de ellos viven en las grandes ciudades.
  • Las minorías étnicas y raciales empujan el aumento de población de la nación e incrementan la diversidad entre sus residentes más jóvenes. Los hispanos representan aproximadamente la mitad del crecimiento de la población desde el año 2000. Las minorías étnicas y raciales ya representan el 44% de los residentes de Estados Unidos menores de 15 años, y son mayoría en ese grupo de edad en 31 de las cien mayores áreas metropolitanas de la nación (y mayoría de la población en general en quince de ellas). La población hispana crece con mayor rapidez en el sudeste; la población asiática aumenta en varios centros de alta tecnología y del Cinturón del Sol; y la población negra sigue trasladándose a grandes áreas metropolitanas meridionales como Atlanta, Houston, y Washington, D.C.
  • En la próxima década tendrá lugar un crecimiento masivo de la población de la tercera edad, en especial en suburbios donde no suelen residir personas mayores. Cuando los primeros integrantes de la generación del boom de la natalidad cumplan 65 años dentro de menos de dos años, la población anciana podría incrementarse en un 36% del 2010 al 2020. Sus cifras aumentarán más rápidamente en la zona situada entre las Montañas Rocosas y las Cascadas en el oeste, el sudeste, y Texas, en especial en áreas metropolitanas como Raleigh, Carolina del Norte; Austin, Texas; Atlanta, Georgia; y Boise, Idaho, que ya tienen una gran cantidad de población entre los 55 y los 64 años. Como la generación del boom de la natalidad fue la primera “generación totalmente suburbana” de Estados Unidos, su envejecimiento provocará que muchos suburbios metropolitanos importantes (como los de Nueva York y Los Angeles) “encanezcan” antes que las ciudades equivalentes.
  • A pesar de la mejora general del nivel educativo, en Estados Unidos existen grandes disparidades regionales y raciales/étnicas. Mientras que el 56% y el 38% de los adultos asiáticos y blancos, respectivamente, tenían títulos superiores en el 2007, sólo el 25% y el 18% de las personas negras e hispanas estaban en esa misma situación. Estas profundas divisiones por raza y etnicidad coinciden con las diferencias crecientes entre las distintas áreas metropolitanas debido al cambio económico y demográfico. En áreas de saber como Boston, Massachusetts; Washington, D.C.; y San Francisco, California, más del 40% de los adultos están licenciados. En cambio, en las áreas metropolitanas que han atraído una gran afluencia de inmigrantes, como Houston, Texas; Greenville, Carolina del Norte; y la mayor parte del Valle Central de California, más del 20% de los americanos carecen del diploma de secundaria. Además, en algunas zonas metropolitanas del Cinturón del Sol, como Las Vegas, Nevada, y Riverside, California, tienen poblaciones que crecen rápidamente en ambos lados de este espectro educativo.
  • Incluso antes del inicio de la recesión actual, la pobreza aumentó durante la década del 2000 y se extendió rápidamente a los suburbios. Tanto la cantidad general de personas pobres como el índice de pobreza crecieron del 2000 al 2007; hoy en día, los americanos en edad de trabajar representan una mayor proporción de los pobres que en los últimos treinta años. Después de aumentar en los años setenta y ochenta, la distancia entre los índices de pobreza en el centro de las ciudades y en los suburbios se ha reducido en cierta medida. Además, es de destacar que el número de pobres en los suburbios superó al número de pobres en el centro de las ciudades durante esta década, y en la actualidad es superior en más de 1,5 millones. La pobreza suburbana se ha extendido mucho más allá de los suburbios más viejos, que en el 2005-2007 albergaban a menos del 40% de todos los residentes suburbanos pobres. No obstante, aunque la pobreza se extienda en toda la metrópolis, la concentración de pobreza en comunidades venidas a menos, después de disminuir en los años noventa, parece estar aumentando una vez más en la década del 2000.

Mientras la nación entra en un largo periodo de incertidumbre económica, el continuo dinamismo demográfico de nuestras áreas metropolitanas da lugar a ciertos problemas fundamentales, tanto en cuanto a las políticas como a los programas, a los que debe enfrentarse el nuevo gobierno de Washington. Las medidas tomadas para implementar de un modo inteligente el paquete de recuperación, luchar por la integración de los inmigrantes y a la vez la reforma de la inmigración, acabar con las distancias educativas y de logros estudiantiles, combinar la planificación de los transportes y la vivienda, y proporcionar el apoyo necesario para los trabajadores y las familias con bajos ingresos, deberían tener en cuenta la evolución y los cambios constantes que experimentan las poblaciones metropolitanas de nuestro país.