Los venezolanos que han huido del país ya superan los 3 millones, con más de un millón en Colombia. Las autoridades colombianas han declarado que esperan que la cantidad de venezolanos en el país se duplique en los próximos 12 meses. Venezuela parece estar atrapada trágicamente en una perversa “trampa maltusiana” moderna, donde la falta de acceso a los alimentos es un determinante importante de la tasa de emigración. Las condiciones actuales son tan complicadas que incluso si el gobierno pusiera todos sus ingresos netos del petróleo—la principal y casi única exportación de Venezuela, que es de propiedad pública— para alimentar a los más necesitados, todavía habría una parte sustancial de la población cuyas necesidades calóricas básicas no serían cubiertas.
La herramienta que desarrollamos (abajo) muestra que, en función de los factores que determinan el ingreso extranjero de Venezuela (producción de petróleo, precio del petróleo y entradas de otras fuentes de recursos extranjeros, como remesas), el número total de migrantes y refugiados venezolanos en el mundo podría llegar a 8.2 millones. Nuestro cálculo incluye los 3 millones de venezolanos que ya están fuera del país. Si esto se materializa, la tragedia venezolana eventualmente superaría la crisis de refugiados sirios, como argumentamos en un post anterior. Leves cambios en las condiciones que definen la situación económica en el país pueden afectar significativamente el número esperado de migrantes y refugiados totales, como se puede ver a continuación.
Nuestro escenario base refleja las condiciones actuales. La capacidad de producción de petróleo de Venezuela se ha derrumbado y, en noviembre de 2018, el país produjo 1.17 millones de barriles por día. El precio promedio del petróleo venezolano en noviembre de 2018 fluctuó entre $ 53 y $ 55 por barril; y, según algunas fuentes independientes, las remesas se estiman en $ 2400 millones por año. El modelo utiliza varias suposiciones que detallamos en este documento.
¿Cómo llegamos a estos números? Modelamos cuántas calorías se podrían importar si toda la moneda extranjera que ingresa al país se utiliza para importar alimentos para ayudar a la población necesitada. En nuestro modelo, esos recursos incluyen financiamiento gubernamental a través de los ingresos netos de las exportaciones de petróleo más recursos privados en forma de remesas. Además, el modelo asume que las importaciones de alimentos son eficientes: el país solo importa bienes que brindarán el mayor beneficio nutricional al menor costo posible, con los bienes asignados perfectamente de modo que cada individuo reciba lo suficiente para complementar su ingesta actual cubrir estándares mínimos nutricionales. Si el proceso en la realidad no fuere tan eficiente como suponemos, es probable que estemos subestimando los números.
Sin embargo, cualquiera que sea la suposición que usemos, una conclusión es clave: la situación actual en Venezuela es tan crítica que todos los recursos disponibles que fluyen en el país simplemente no son suficientes para importar todos los alimentos necesarios para complementar las necesidades nutricionales básicas de los venezolanos viviendo bajo la línea de pobreza. Nuestra estimación es que las personas cuyas necesidades calóricas mínimas no pueden satisfacerse bajo estas dinámicas eventualmente se verán obligadas a migrar.
Es importante tener en cuenta que éste es un modelo simple y no captura muchas dinámicas importantes. Por ejemplo, algunas de las personas que no pueden cumplir con los niveles mínimos de subsistencia podrían ser muy débiles como para hacer el difícil viaje que enfrentan muchos migrantes venezolanos. Alternativamente, la población restante que sí puede alcanzar los niveles de subsistencia no necesariamente tiene buena calidad de vida: de hecho, enfrentarían aún una inseguridad alimentaria, acceso limitado a la medicina y tratamientos médicos apropiados, además de represión política y actividades delictivas desenfrenadas. Por lo tanto, éste último grupo también podría migrar dada las circunstancias. En fin, éste modelo no pretende ser una estimación precisa de los flujos migratorios, sino más bien indicar su escala potencial.
Nuestra herramienta muestra que la situación puede empeorar rápidamente. Si la producción de petróleo sigue colapsando y alcanza un millón de barriles por día, sin cambiar ninguna otra variable, podríamos esperar que el número total de migrantes y refugiados llegue a más de 10 millones. Incluso si el precio del petróleo se recupera en 2019 a un nivel de alrededor de $60 por barril, lo que puede ser una estimación alta basada en las cotizaciones actuales de los precios futuros del petróleo, eso no sería suficiente para evitar un aumento significativo en la escala de la crisis migratoria.
Recientemente, las Naciones Unidas anunció una asignación de $9.2 millones de dólares en fondos de emergencia para Venezuela. Para revertir la catástrofe humanitaria que obliga a las personas a migrar, muestra nuestro modelo, se necesita ayuda a mucha mayor escala, probablemente en los miles de millones. Esto supone que cualquier cantidad de ayuda extranjera otorgada en un acuerdo con el gobierno venezolano, ya sea por $9 millones o cualquier otra cantidad, se utilizará para ayudar al pueblo de Venezuela y no se perderá en la corrupción característica del gobierno.
La crisis venezolana de migrantes y refugiados probablemente empeorará ante la ausencia de cambios que mejoren en Venezuela. Reconocemos la simplicidad de nuestro modelo y somos plenamente conscientes de que esta crisis se debe a muchos más factores que los que se incluyen en nuestra simple ecuación. Muchos otros factores son parte de lo que impulsa a cada individuo y su familia a dejar todo atrás y huir. Solo esperamos poder contribuir con una estimación para que la región se prepare de acuerdo con parámetros claves que determinan la profundidad de la crisis humanitaria de Venezuela, una tragedia creada por el régimen actual.
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Commentary
¿Cuántos migrantes y refugiados más podemos esperar de Venezuela?
December 11, 2018